La soledad

Respiro el aire de la habitación, oigo los sonidos de las máquina a mi alrededor, tomo un sorbo de mi café, me doy cuenta que nadie más esta conmigo en estos momentos, que solo los murmullos de mi mente están mi lado, pienso en todo lo que he vivido, las imágenes y los sentimientos recorren mi mente, todas los rostros amados todas las figuras deseadas recorren cada uno de los rincones de mi conciencia.

De pronto mi propia mente me despierta del trance me recuerda que estoy solo con ella, me recuerda que ya nadie está a mi lado y que debo seguir aún sin nadie a mi lado, retomo las tareas, retomo el movimiento, retomo mi vida, vuelvo a ser el mismo Lucifer de siempre, más herido, más viejo y mucho mas paciente, pero la misma alma sigue ahí destellando desde el interior, tratando de encontrar el camino que jamas ha encontrado.
Luego mi alma que en la oscuridad destella se rebela ante la mente y me recuerda que no estoy solo que hay mucha gente que me quiere, que hay muchas almas que están a mi lado, que hay aquellos que nunca me han dejado, que hay aquellas almas que a pesar de todo siguen ahí para mi.
Al darme cuenta que no estoy tan solo respiro de nuevo pienso de nuevo siento de nuevo y me doy cuenta que a pesar de todo hay razones para seguir hay almas que están aquí para mi y yo para ellas, así que confiando en ellas y confiando en mi me dispongo a seguir como siempre seguir